Jesucristo – su vida y enseñanzas
ALGUNAS HISTORIAS QUE JESÚS DIJO POR EL MAR

Historia 15 – Mateo 13:1-53; Marcos 4:1-34; Lucas 8:4-18
Jesús llegó de regreso a Capernaúm después del recorrido que hizo enseñando y curando a los enfermos por la parte del sur de Galilea. Un día fue a un lugar en el lago y pronto se reunió una gran multitud alrededor de él, así que allí se sentó con Pedro en su barca, y como lo había hecho antes, empezó a contarles historias. Jesús les enseñó algunas parábolas, las cuales son historias que enseñan el evangelio. Cuando oían estas historias los hacían que meditaran y que pensaran en sus vidas personales. La primera de estas parábolas o historias que Jesús les dijo, fue una llamada, Parábola del sembrador:

"¡Escuchen! Un agricultor salió a sembrar. A medida que esparcía las semillas por el campo, algunas cayeron sobre el camino y los pájaros vinieron y se la comieron. Otras cayeron en tierra poco profunda con roca debajo de ella. Las semillas germinaron con rapidez porque la tierra era poco profunda, pero pronto las plantas se marchitaron bajo el calor del sol y, como no tenían raíces profundas, murieron. Otras semillas cayeron entre espinos, los cuales crecieron y ahogaron los brotes; pero otras semillas cayeron en tierra fértil, ¡y produjeron una cosecha que fue treinta, sesenta y hasta cien veces más numerosa de lo que se había sembrado! Todo el que tenga oídos para oír, que escuche y entienda”.

Cuando Jesús estaba a solas con sus discípulos, le preguntaron: “¿Por qué usas parábolas cuando hablas con la gente? ¿Qué significado tiene la parábola del sembrador?” Y Jesús les dijo: “A ustedes se les permite entender los secretos del reino del cielo; pero a otros no. Ustedes quieren encontrar todas las semillas, pero cuando se convierte en una planta más grande del huerto; sus ramas llegan a ser tan grandes que los pájaros hacen nido bajo su sombra”.

Otra que les dijo fue la Parábola de la levadura: El reino del cielo es como la levadura que utilizó una mujer para hacer pan. Aunque puso solo una pequeña porción de levadura en tres medidas de harina, la levadura impregnó toda la masa”. Estas parábolas Jesús les contó desde la barca y todos lo escuchaban. Pero no les decía el significado de ellas para provocarlos a que pensaran por ellos mismos. Luego los despidió y se fue de regreso a la casa en la ciudad. Allí, los discípulos le pidieron que les dijera el significado de la Parábola del trigo y la maleza. Y Jesús les dijo: “El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre, el campo es el mundo, la semilla buena son los que pertenecen en el reino de Dios. Pero las malas hiervas son los hijos del maligno, el enemigo que las siembra es Satanás, el diablo; y los cosechadores son los ángeles. De la manera que las hierbas malas las ponen en manojos y las queman, así también será el fin del mundo. El Hijo del hombre enviará a sus ángeles y juntará a los malignos que hacen daño, y los arrojará en el fuego. Allí llorarán y rechinarán los dientes, pero en ese día, la gente de Dios brillará como el sol en el reino de su Padre”.

Allí en la casa, Jesús les dijo a sus discípulos más parábolas para que las meditaran. Les dijo: “El reino del cielo es como un tesoro escondido que un hombre descubrió en un campo. En medio de su entusiasmo, lo escondió nuevamente y vendió todas sus posesiones  a fin de juntar el dinero suficiente para comprar el campo. Además, el reino del cielo es como un comerciante en busca de perlas de primera calidad. Cuando descubrió una perla de gran valor, vendió todas sus posesiones y la compró”.

Una más: “El reino del cielo es como una red para pescar, que se echó al agua y atrapó toda clase de peces. Cuando la red se llenó, los pescadores la arrastraron a la orilla, se sentaron y agruparon los peces buenos, pero desecharon los que no servían. Así será el fin del mundo. Los ángeles vendrán y separarán a los perversos de los justos, y arrojarán a los malos en el horno ardiente, donde habrá llanto y rechinar de dientes”.